Di a la humanidad que todo está ahora en Mis Santísimas Manos

Vengo a ti esta noche, Mi muy amada hija, para decirle a la humanidad que todo está ahora en Mis Santísimas Manos.

Me refiero a los planes en marcha del grupo global, que quiere controlar tu moneda, tus sistemas sanitarios y tu soberanía.

No se les permitirá que os controlen y la Mano de Mi Padre caerá rápidamente, si intentan haceros daño, hijos.

Todos los creyentes que tienen el Sello de Protección de Mi Padre Eterno, el Sello del Dios Viviente, no sufrirán ningún daño.

Por eso tú, hija Mía, debes asegurarte de que el mayor número de hijos de Dios tengan acceso inmediato a esto, al instante, en todos los rincones de la Tierra.

Vuestras oraciones, hijos, han sido muy poderosas y especialmente las de aquellos de vosotros que rezáis diariamente Mis Oraciones de Cruzada, Mi Divina Misericordia y el Santo Rosario.

Ya han retrasado y evitado una guerra nuclear, han salvado a millones de almas del fuego del infierno y han evitado muchos terremotos.

No olvides nunca que tus oraciones son tu mejor arma contra el mal.

Tu amor por Mí, Jesucristo, se ha extendido debido a tu lealtad a Mí.

Ustedes, hijos, son Mis discípulos modernos y ahora se les ha dado la autoridad y el Don del Espíritu Santo para difundir Mi Santísima Palabra.

Para recibir el Poder del Espíritu Santo, debes invocar Mi ayuda, para que digas la Verdad en todo momento cuando proclames Mi Santa Palabra.

La Oración de Cruzada (39) está siendo ahora Dotada a ti para que puedas caminar entre todos los hijos de Dios y ayudarles a preparar sus almas para el Nuevo Paraíso y Mi Segunda Venida.

"Oh Jesús, mi amado Salvador, Te pido que me cubras con Tu Santo Espíritu, para que pueda hablar con autoridad Tu Santísima Palabra, para preparar a todos los hijos de Dios para Tu Segunda Venida.

Te suplico, Señor Jesús, por todas las Gracias que necesito, para que pueda llegar a todas las creencias, credos y nacionalidades, dondequiera que vaya. Ayúdame a hablar con Tu Lengua, a aliviar a las almas pobres con Tus Labios y a amar a todas las almas con el especial Amor Divino, que brota de Tu Sagrado Corazón.

Ayúdame a salvar almas tan cercanas a Tu Corazón y permíteme consolarte, querido Jesús, cuando las almas perdidas siguen rechazando Tu Misericordia.

Jesús, no soy nada sin Ti, pero con Tu generosa ayuda, lucharé en Tu Nombre para ayudar a salvar a toda la humanidad. Amén".

Mi Ejército, que ha surgido de estos Mis Santos Mensajes, ha alcanzado ya setecientas mil almas.

Ayúdame a convertir a más hijos de Dios, para que no se pierda ni un alma a manos de Satanás en el momento del Juicio.

Os mantendré fuertes en todo vuestro trabajo para Mí, hijos.

Te amo, Mi preciosa Iglesia Remanente.

Tu amado Jesús